BOANERGES

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domingo, 10 de enero de 2010

EL OLVIDO

ESTO ES UN FRAGMENTO DE UN TODO



...Tus leves recuerdos apenas riegan mi mente. Chiste macabro de mi memoria que hace de ti un desierto.
Tu lengua, tus dientes, tus labios… se fundían en mi boca y el paso de tu saliva por mi garganta me traían trozos de tu aliento. Más el sabor de esos besos… que pena no los recuerdos. Quedan vomitados en el olvido y desterrados de mis adentros.
¿Y tus manos, y tú piel, y tu pelo…? tu olor arrancado de mi mente. El olvido cicatriza y borra de la memoria hasta el más íntimo de los hedonismos. Hasta el olvidarte es un castigo que no entiendo.
Veo tu rostro en la alberca del pasado. No has cambiado nada. Yo tampoco. Te sigo amando a pesar que no percibo en mi corazón el olor de tu cuerpo ni el sabor de tus besos. En cambio tu voz y tu sonrisa en mi memoria se mantienen ligeros, débiles, efímeros... menos da una piedra se suele decir. Para mí ya es mucho. ¿Hasta cuándo? En cierto modo mi corazón es el único que lo sabe.
A pesar del dolor, mi sangre se aferra en mantener viva una lava apagada sin comprender los motivos. Perdido tu rastro en mis pensamientos sólo te puedo seguir por instinto, a tientas, con los ojos cerrados. ¿Hasta cuándo? –me vuelvo a preguntar– Quién sabe cuánto durará el castigo del olvido para que deje de castigarme...
Luís Ramos Figueroa.-

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